Hola de nuevo!, qué tal?…

Como algunos de los compromisos que adquiero en mi vida (solo algunos) que por diferentes razones me cuesta mantener (o quizá es la misma razón siempre, la desconozco por cierto), este, escribir mi blog, es uno más de ellos y ya lo sabía de antemano, ósea que os podéis sentir oficialmente utilizados con razón, porque sois parte activa de mi terapia personal!… Dicho esto, disfruto haciéndolo muchísimo!, como con la mayoría de ellos…

Tengo que decir en mi favor que sí he hecho los deberes porque he ido escribiendo en mis notas un montón de ideas para desarrollar en el blog, pero un montón… cosas sin importancia que ocurren a mi alrededor o cosas muy importantes, y que me muero por contarlas todas, una a una… Contradicciones del ser humano, o al menos mías, por lo que me dispongo a relajarme y disfrutar hablando del presente, del pasado y del futuro sin orden ni concierto. Me ha costado elegir el segundo tema sobre el que escribir y he decidido escribir sin mas.

Os conté en la entrada anterior que soy una caja de emociones, pues sí, creo que lo soy y también creo tener una enorme capacidad de sentir, SENTIR con mayúsculas… así que vamos a empezar por ahí.

Puestos a hablar de ello, tenía pensado contaros cosas que me hacen sentir de forma especial, y pensando en una por encima del resto, esta sin duda sería la música… MÚSICA con mayúsculas también.

La música me ha acompañado toda la vida, y me ha hecho sentir tantas cosas, encontrando mis artistas y mis rincones.

El otro día en la sala de espera de la consulta de mi psicóloga, éramos dos personas con mascarilla, sentados muy formal y amablemente con la distancia adecuada etc… cuando en el hilo musical que a todas luces parecía absurdo y vacío como todos, en una tarde muy parecida al hilo musical, sonó “What a feeling” de Irene Cara, la excitante (sí, lo digo con conocimiento de causa porque creo que mi cuerpo se estremeció por primera vez sin entender lo que sentía, viendo Flashdance, inapropiada para mi edad, sí, y la vi con mi padre allá por el 83, pero esa es otra historia) y espectacular banda sonora de aquella no menos excitante película. El caso es que literalmente tuve que contenerme la tarde que nos ocupa, haciendo mucha fuerza contra mi silla para no ponerme a cantar y bailar… no os podéis hacer una idea de lo que me costó… de hecho creo que mi alma salió de mi cuerpo y lo hizo por su cuenta pasando de mí por insulsa y políticamente correcta… Eso sí, entré a la consulta súper receptiva jajaja.

blog2:1
Alma 1982
Album Donald Fagen año 1982
Album Elis Regina y Tom Jobim 1974

Por esa época, los 80, la banda sonora de mi vida con menos de 9 años ya eran Steely Dan y Donald Faguen con su album The Nightly, en especial el tema I.G.Y, también Ellis Regina con Aguas de Março o Spain de Chick Corea… todo muy simple y comercial jaja… naturalmente también por mi padre. Supongo que por eso la música es tan importante para mí, aunque como algunas otras cosas la aparto de mi vida de vez en cuando… Recuerdo cuando con aprox 10 años mi padre me puso sus míticos cascos que nadie podía tocar, me sentó en la silla de su estudio, me dijo “cierra los ojos y escucha Alma” y empezó a sonar en aquel silencio metálico la novena sinfonía de Beethoven… sentí como una puerta en mí se abrió y empecé a llorar tanto, tanto, que tal vez nunca he logrado cerrarla y por eso sigo llorando con tanta facilidad (y va en serio, con que dos personas juntas aplaudan a un tercero sin mediar palabra, lloro…).

Mi padre es músico, contrabajista de Jazz y creo que lo más bonito que ha hecho por mí es compartir esa pasión con el ímpetu que lo hacía (si su nivel de exigencia hubiera sido menor, tal vez yo hoy tocaría la guitarra o el piano, pero me angustiaba tanto defraudarle que no fui capaz). Recuerdo la música en su casa, en el coche, en la montaña, en los largos viajes, en soledad, en compañía, en los momentos más inquietantes y en los más reconfortantes, en los días y en las noches…  desde Miles Davis a Camarón pasando por The Beatles, siempre la música.

Años después como no podía ser de otra manera, la música formaba parte de mis necesidades, desde Police hasta Mecano, pasando por Serrat, Antonio Vega, Radiohead, Manolo Garcia, Amy Winehouse, Alejandro Sanz… así hasta el infinito, la forma de concentrarme, inspirarme, reír o llorar cuando lo necesitaba, era siempre escuchando música, pero de forma tan profunda como si me la tragara con todas las ganas de las que era capaz y todo lo que la garganta diera de sí… es difícil de explicar pero es bastante literal…

Todas mis colecciones por ejemplo, están hechas escuchando música en bucle, todo lo que requiere de mi creatividad o atención más emocional, está hecho desde las puertas que la música sigue abriendo en mi, y así pueden pasar horas, esas que no existen en realidad.

 

Hoy en día desde el «Lost on you» de LP (de la que confieso estar un poco y extrañamente enamorada), hasta «Catalina» de Rosalía, pasando por «I follow rivers» de Lykke Li, o el «Summertimes» de Lana del rey, hasta llegar al techno de Eric Prydz en «Opus», entre otras miles, me hacen levantarme del suelo solo con cerrar los ojos… casi como si hiciera el amor apasionadamente… ósea que imaginaros cuando se mezclan las dos cosas…

Bueno, el caso es que la música es un intangible mágico y extraño, que convierte la vida del ser humano en mágica, extraña y mejor, a la vez que secuestra a tu padre de alguna manera… pero yo decido la mayor parte del tiempo no tenérselo en cuenta jajaj…(a la música y supongo que a mi padre) y seguir tragándomela porque me hace sentir absolutamente viva y sigue abriendo puertas nuevas sin cerrar nunca las anteriores…

Desfile Alma Aguilar, Pasarela Cibeles

No siempre se lo agradezco, es verdad, (ni a mi padre ni a la música), porque soy bastante imperfecta qué le vamos a hacer y porque a cambio soy consciente del precio que todavía sigo pagando… Pero hablando de las emociones, que es la razón de escribir esto mientras estoy escuchando música desde mi mundo más irracional, y asumiendo que son difíciles de manejar, la furia y/o la euforia de las mías a pesar de todo, creo que no las cambio por nada… Eso sí, mi objetivo es lograr controlarlas antes de llegar a los 50!, tengo 5 años para hacerlo…

Como no podía poneros todas las canciones que forman parte de mi vida, ni siquiera una selección, os pongo solo una (y os dejo las fotos de algunas de las demás por si queréis buscarlas), después de darle muchas vueltas y sentirme asquerosamente infiel ante todas las demás, os dejo la que describe como me siento en algunos momentos y en contextos muy distintos (a veces incluso en esta profesión que he elegido donde no siempre encajo), como un Alien, como un “Alien legal”, me siento como un hombre inglés en NY…

Bueno, ya tengo que colgar, beso grande y hasta muy pronto, a ver qué suena en el próximo hilo musical…

Fin.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
× Whatsapp